Esta puerta es uno de los elementos emblemáticos del sistema amurallado de Toledo. Conformado por una doble puerta con rastrillo y un recinto intermedio, supuso un importante avance en la poliorcética de su época.
La puerta, encastillada y almenada lateralmente, tiene torres cuadradas en sus cuatro ángulos y dos grandes portadas, extramuros e intramuros. El simbolismo de esos "frentes" es similar al de la Puerta de Bisagra Nueva: el exterior muestra en su eje el escudo toledano con águila y toisón, flanqueado por dos reyes godos sedentes, y el frente intramuros cobija sobre el eje de su arco una hornacina con efigie en piedra caliza de Santa Leocadia, protectora de la ciudad (obra quizá de Juan Bautista Monegro o de Berruguete según otros autores). La piedra, el ladrillo y la cal están presentes en sus fábricas y aparejos.
La actuación que se ha llevado a cabo pretende eliminar y estabilizar los agentes y causas de deterioro. Los trabajos han consistido en la restitución de linealidad en cornisas de torres, consolidación de piedras degradadas, reparación completa general de las cubiertas de teja, pizarra y la terraza de la planta alta, eliminación de morteros inadecuados homogeneizando los rejuntados, sustitución de bandejas de plomo en cornisas y adición de nuevas para protección de líneas de imposta, colocación de mallas antiaves en los vanos de las torres y limpieza de las puertas metálicas originales. Además se ha realizado la lectura de paramentos interiores y exteriores.