El edificio de la Real Academia de la Historia de Madrid fue construido por el gran arquitecto español Juan de Villanueva por encargo de la Comunidad de Monjes Jerónimos en 1789 con la intención de contar con una sede en Madrid para el Nuevo Rezado (venta y distribución de la literatura y las obras escritas religiosas). Con la idea de que fuera incombustible y adaptado al programa de necesidades derivado de ese propósito. Tras múltiples peripecias, el edificio fue destinado a sede de la Real Academia de la Historia en julio de 1837, anexionándose el Palacio de Molíns, colindante por el este. La recuperación del edificio ha pasado por intervenir fundamentalmente en sus cubiertas y paramentos exteriores, renovando además sus pavimentos e instalaciones interiores, con el mantenimiento de los materiales técnicas y aparejos originales. Como resultado de todos estos trabajos y de las investigaciones realizadas en paralelo, se publicó por parte del autor en 2010 en el Boletín de la RAH el documento denominado: “El Nuevo Rezado, Sede de la Real Academia de la Historia. Aportaciones sobre su origen, historia y situación presente”.